Los EXS. Todos tenemos uno(s
cuantos).A estas alturas de nuestras vidas es difícil dar con alguien que no
traiga consigo un pasado emocional, y que en su equipaje no cargue con el fantasma de las relaciones
pasadas. Y a veces, demasiadas, vaya usted a saber por qué, dejamos que nos
compliquen la vida, llevando tanto
exceso de equipaje, que hasta pagamos de más por facturar tantas maletas.
Para mí, un EX, es como “ese”
vestido que en su día adorabas y te encantaba tener; vestido que probablemente
soñaste y deseaste antes de conseguir
adquirirlo, y que cuando por fin lo tuviste en tus manos te supo a gloria bendita, y dabas saltitos de emoción imaginando
la ocasión en la que lo lucirías, y cuando por fin te lo pusiste, ¡te sentiste
fenomenal!, peeero para tu disgusto, llegó un día en que ese vestido ya no te
quedaba bien, o se había pasado de moda, y aún con todo el dolor de tu corazón, en lo más
profundo de tu ser… fuiste consciente de que ya no te lo ibas a volver a poner.
Ante esa certeza, hay muchas
formas de actuar, hay gente que guarda el
vestido en el armario, lo saca de vez en
cuando, y se lo prueba por el placer de comprobar si aún les cierra, pero no
lo vuelven a lucir jamás delante de nadie. Otros, lo guardan y lo miran de
reojo sin llegar a ponérselo cuando abren el armario, mientras piensan, que es
mejor tenerlo ahí “por si acaso”: “Por si acaso me vuelve a cerrar, por si
acaso se vuelve a llevar, por si acaso tengo amnesia y se me olvida que en
realidad no me gusta y sólo quería poder consegurlo”. También hay otros, que aunque no quieren
volver a ponérselo jamás, no soportan ver la prenda puesta en otra persona y
entonces la reclaman como suya…
y luego hay gente, a la que no nos gusta tener vestidos
que no usamos ocupando un espacio de nuestro armario, espacio que sin duda
necesitamos, y preferimos donarlo para que otros le puedan sacar provecho. La
realidad es, que lo que a una a veces le sienta fatal, a otras personas les
queda como un guante.
No todo lo que nos gusta nos
queda bien. SE SIENTE.
Por esa razón, porque no me gusta
acumular cosas que no me aportan nada, y cuando me toca hacer limpieza de
armarios soy de las que me vuelvo un poco loca llenado bolsas de prendas que había
olvidado, es por la mismo por lo
que no creo en aquello de ser amigo de tu ex.
No creo ni un poquito
pequeñito.
Habrá excepciones, no digo yo que
no, relaciones que acaban por motivos NO tortuosos y dejan un cariño lindo
entre dos personas que han compartido mucho, pero ni rastro de dramas, ni de amor,
simplemente la certeza de saber que no, que con esa persona, pues no, pero
incluso en esos casos, la experiencia me ha enseñado que no siempre ambas
partes se sienten igual al respecto, y que la parte que lo tiene claro, lo que hace es ignorar que el
otro aun pueda sentir algo más, y que con
no remover el tema, es suficiente para que todo pueda seguir de forma natural y cordial. También están las separaciones en las
que hay niños en común y por ello las relaciones han de ser para toda la vida y
preferiblemente cordiales… pero dejando esas excepciones a un lado… a lo que me refiero, es a esos otros casos en
los que la relación está acabada, y aun así, nos engañamos disfrazando de amistad
el no querer renunciar del todo a alguien para poder mantener el contacto. A mí, esos casos, me
ponen de muy mal humor.
Gente que se encadena a excusas
de cafés, comidas, cenas y charlas telefónicas, con personas que no les dejan
avanzar, y que por mucho que quieran mirar hacia delante, tienen que hacer hueco
constante en sus vidas a la posibilidad
de un “quizás”.
Desde este huequito que he hecho mío,
donde vomito todo lo que pienso, os diré, que eso es hacer el primo en su máxima
potencia.
Al final, y el tiempo y las historias que he
vivido, y también conozco, siempre, y repito, SIEMPRE, me han dado la razón:
esa” falsa” amistad tiene que acabar,
siendo el “borrón y cuenta nueva”, la única forma de poder seguir adelante con
tu vida, y de tener la posibilidad real de comenzar una nueva relación con otra
persona sin demasiados lastres. Pero eso se averigua siempre tarde, pues en lugar
de hacerse las cosas bien desde el principio, de forma limpia y clara,
asumiendo desde el momento en que se tiene claro que estamos hablando de
una ruptura, (no de una megapelea, ni de una crisis, sino
de una ruptura con todas sus letras) y hay que decir “aquí paz y mañana gloria”,
nos empeñamos en alargar demasiado en el tiempo las idas y venidas, martirizando nuestra
existencia y la de los demás.
Ocurre a veces ( digo a veces por
no generalizar, pero ese a veces, esconde un siempre para quien no me conozca) que
en la amistad con él ex se recae con frecuencia en un sexo confuso y adictivo,
(el que esté libre de pecado que tire la primera piedra), que parece que el
muchach@ en cuestión, haya hecho un cursillo acelerado de buenas maneras en la
cama y te lo hace mejor ahora, que
cuando podía hacértelo todos los días… y con la misma frecuencia con la que se
recae en ese sexo de sabor confuso, se cae también en edulcorar los recuerdos
de lo que fuisteis juntos, haciéndoos dudar de la razón por la que decidisteis(
o decidiste, o decidió) no seguir con lo vuestro y …tracatrá: Situación complicada a la vista.
Por eso, yo creo que es fundamental ser un buen ex. Hemos escuchado
por activa y por pasiva, lo que hay que hacer para ser un buen novio-a, comunicación, detalles, romanticismo, bla, bla
bla, pero no le prestamos ninguna atención a lo importantísimo no sólo a ser una buena pareja, sino además saber ser un buen ex en el caso que gastemos el amor de tanto usarlo.Nos evitaríamos muchos sufrimientos innecesarios.
Desde mi punto de vista, es la mejor forma de respetar la relación que en
su día os unió. Todo lo demás, lo
adornes como lo adornes, es marear la perdiz para acabar igual, sólo que peor,
y con superar la ruptura ya se tiene bastante trabajo, así que mejor no hacerse más sangre
alargándolo en el tiempo.
La realidad es, que cuando una
relación acaba, es muy complicado dejar muchas cosas atrás, rutinas compartidas
y proyectos en común, por eso, hay veces que se quedan muchas cosas por decir,
pero quizás lo mejor es dejar un tiempo pasar, para poder hablarlas de la forma
adecuada. Cuando estés preparad@ para gestionar el encuentro lo sabrás, y sólo
entonces estarás segur@ que la intención de esa conversación no es otra que
poder cerrar del todo ese capítulo de tu vida.
Y cual Charlton Heston en Moisés,
pero sin barbas, ni montaña, ni zarza
ardiendo, pero si tras reflexionar mucho sobre el tema y en cuales son los comportamientos que tiran por
tierra los argumentos del “mi ex y yo somos amigos y tan felices”, opino que
estos serían los diez mandamientos del BUEN EX:
- El buen ex no te convierte en su follAamig@.
- El buen EX NO te escribe en la fecha de vuestro aniversario, NO NO Y NO. Ni necesita felicitarte el cumpleaños ya puestos, ya sean 30 o 100 años los que se cumplan, ni las fechas de guardar, pues comprende que esos contactos “INOCENTES” pueden confundirte, quizás hacerte daño, o hacérselo a la persona con la que ahora estés. NO ESCRIBIRÁS A TU EX. Borrach@ también cuenta.
Borra su número de teléfono a la vez que quitas de en medio las fotos de los dos juntos.
- El buen ex no controla tus redes sociales. Si no es tu amigo en la calle que no lo sea en face book. Un poquito de coherencia y de no recrearse como telespectador despechado, con esa vida de la que ya no formas parte.
- El buen ex, no hace chantaje emocional, porque el buen ex no depende de ti, y puede y debe recomenzar su vida sin tu amparo.
- El buen ex no habla mal de ti, ni airea vuestras intimidades, ni confidencias compartidas.
- El buen ex, se alegra de que seas feliz, aunque no sea a su lado.
- El buen ex, valora vuestra relación, y las cosas que compartisteis y formaban parte de vuestra pareja serán solo las vuestras. Vuestra canción no será de nadie más, por ejemplo.
- El buen ex, deja espacio y tiempo para que las cosas se pongan cada una en su lugar.
- El buen ex no tiene una relación seria y formal
de la que hace gala y a todos participe a
los dos días de vuestra ruptura. Señores existe un tiempo de luto. Los lutos de
cinco minutos duelen.
Y sobre todas cosas...El buen ex RESPETA. Te respeta a ti, y a tus decisiones, y a tus peticiones.

No es tarea fácil ser un buen ex, ¿eh?. Pero pensarlo durante un segundo, ¿no debería ser eso lo que cabría esperar de dos personas que en su día se quisieron? . Las cosas a veces las hacemos difíciles nosotros solitos.
Pero si todo eso nos da igual, y vamos a hacer de nuestra ruptura un proceso largo y agónico en el que las idas y venidas son el denominador común, pues somos muy “ Maria Jimenez” y
nos va el rollo de “ por qué yo me lo propuse y sufrí”, por favor , a las cosas, las llamamos por su nombre: No lo llamemos amistad cuando queremos decir ¿enganche? ¿Dependencia? ¿Miedo a la soledad? ¿Egoísmo? ¿Sexo morboso? ¿Te llamo cuando me aburro? ¿Me ha dejado por quien te dejé? ¿He sido un capull@ y ahora que no te tengo es cuando te valoro? ¿Ni contigo, ni sin ti?¿ quiero sentirme importante y saber que si yo te digo ven lo dejas todo?.
Para dramas te pones Titanic y sufres bien agusto que aunque es bien larga, en tres horas se pasa, pero que antes de tener un mal ex, no seamos inconscientes y pensemos muy ,muy mucho las decisiones. Y si se toman que sean meditadas, consensuadas y claras, que ya no estamos pa estos trotes.
Volviendo a mi comparación con la vida caduca de algunas prendas de nuestros armarios… si de verdad ya no lo vas a usar más, lo mejor es donarlo y que alguien lo disfrute, dejando así libre el espacio que ocupaba para lo que esté por llegar.
La otra opción, antes de dar la prenda por perdida, es preguntarse, si quizás subiéndole un poco el bajo, entallándolo un pelín a la cintura y abriéndole algo más el escote, daráss con la forma idónea de que ese vestido y tu seáis la combinación(im)perfecta, convirtiendose en algo atemporal, un clásico imprescindible en tu fondo de armario, pues hay veces en que la materia prima está ahí, y si no tiramos la toalla ante el esfuerzo y la dificultad que supone tener que aprender a coser, comprobamos que cuando de verdad se quiere, pues sí que se puede.
Pero si ni por esas, hazte el favor y que al punto final,no le sigan tres puntos suspensivos ;)
Y como no podía ser de otra forma, la banda sonora de esta entrada es:
https://youtu.be/aPjZD4s_XcE
;)
En primer lugar, me parece algo muy muy interesante. Es algo que sin lugar a dudas cualquiera se siente identificado. No obstante, después de darte la enhorabuena tengo que decir que 100% de acuerdo. Aunque a veces el ser buen ex es difícil cuando te dejan destrozado. Pero pienso: alégrate de lo bueno de los demás, porque cuando te pase algo bueno, los demás se alegrarán por ti.
ResponderEliminarEnhorabuena. fan #1
Gracias mi niño! Ser buen ex en esos casos es muy complicado sí, pero el tiempo siempre ayuda, por eso es importante saber mantener la distancia, pues al final todo se calma, las heridas sanan, y se deja de mirar atrás con ese sabor amargo. Pero tu querido mio eres buen ex xq TÚ ERES REBUENO y estas rebueno tb! Jejeje
ResponderEliminar