Que no puedo ya
con las ganas de estar con mi familia, que las horas pasan más lentas de lo
normal y los días se alargan que parecen no tener fin…
Yo ya tengo la
cabeza puesta en otra cosa y no me centro, estoy nerviosa, ansiosa, más que
cuando estás apuntito de pillar las vacaciones de verano en las últimas
jornadas de trabajo, que te puede la impaciencia y la necesidad apremiante de
acelerar el tiempo.
Puede que solo
las personas que viven alejados de su ciudad y su familia me entiendan de
verdad, a todos los que estos intensos
sentimientos os son desconocidos solo os puedo decir que valoréis mucho todo lo
que tenéis a vuestro alrededor y al alcance de la mano, que a veces pasa que
por darlo por hecho dejamos de apreciar todos esos pequeños detalles que pueden
significarlo todo. Todo lo que importa de verdad. Porque la vida, y cada día
estoy más segura de ello, está formada por
esas pequeñas cosas que nos hacen sonreír. Que vivir grandes experiencias es
maravilloso, of course , pero que lo que te calienta el alma y hace latir el corazón
con fuerza está SIEMPRE al alcance de nuestra mano por mucho que se disfrace de
cotidiano. Así que tómalo, disfrútalo, valóralo.
Siéntete afortunado por el aquí y el ahora. Y aunque afortunada soy y valoro mucho todo lo
que tengo, en mi cabeza ya ha empezado la cuenta atrás para llegar a Sevilla.
Quiero perder la
cuenta de los abrazos y los besos, de las sonrisas emocionadas, de las carcajadas
compartidas, de las confidencias que aligeran peso. Quiero perderme en mimos, en
conversaciones intranscendentes con amigos, quiero brindar a tu salud y a la
tuya y a la tuya, quiero tumbarme en el sofá
a ver una película mala un domingo a medio día compartiendo sofá en mi jaula de
grillos. Quiero ir al Carrefur y que allí halla de todo, de T-O-D-O, lo que me
hace sentir en casa, que me hace no sentirme a veces tan descolocada y perdida
descifrando etiquetas y pasando el precio a euros, quiero ver la sonrisa
mellada de mi sobrino y guardarme su expresión pilla para siempre, quiero ver
los primeros pasos del bebé de mi casa y no tener que vivir ese momento por un
video compartido de WhatsApp. Ser parte y formar parte. Quiero ponerme un
abrigo, no depilarme las piernas durante semanas (aunque me horrorice) por el placer
de saber que no tengo que lucir pierna, dormir tapada con mi súper edredón de La
lonja del gato prieto o como se llame el dichoso gato.
Quiero desayunar tostadas
con el pan recién hecho del Polvillo y lonchas de pavo, quiero no hacer la
colada, ni planchar y que el duende llamado papá y mamá que antes no valoraba
tanto, me lo den todo hecho, con gusto y por delante, la comidita, la ropita, los
mimitos y no desayunar sola. Quiero ir al cine y que exista la opción de unas palomitas
GIGANTES, gigantes de verdad. Quiero usar tacón todos los días. Quiero
despertarme porque hay ruido en la casa, de vida, de gente, de compañía, que no
quiera que se peguen las sábanas, ver a mi madre en la cocina y a mi padre
regando las plantas. Quiero poder robarle ropa a mi hermana y así no repetir
modelitos y que parezca que tenga siempre ropa nueva.
Quiero tomarme una copa
de vino, encender un cigarro y decir venga contadme cotilleos. Quiero que mi día
empiece en la misma franja horaria que las personas que quiero para no tener que
esperar 6 horas para poder mandar el primer mensaje o recibir respuestas.
Quiero rodearme de todas las pequeñas cosas que me han convertido en quien soy
para no sentirme a veces descolocada o sola.
Quiero haceros saber cuánto, cuánto
os quiero aunque me vuelva a marchar lejos, hasta la próxima vez, para recargar
pilas, para compensar las ausencias, para quereros sin prisas, para deciros
todos los días, de todos los días que me vuelva a rodear de mi mundo, de mi
vida de antes, que sois y siempre seréis esa parte de mi alma que no puedo, ni
quiero, dejar nunca atrás. Que siempre estaréis aunque no estéis y que como si
de un videojuego se tratara os necesito para recargar a tope la barra de la
vida y volver a jugar la siguiente partida.
Me gusta mi vida,
(y como diría “La vecina rubia” y ser rubia) pero a veces…es difícil.