lunes, 24 de octubre de 2016

En modo cuenta atrás.



Que no puedo ya con las ganas de estar con mi familia, que las horas pasan más lentas de lo normal y los días se alargan que parecen no tener fin…
Yo ya tengo la cabeza puesta en otra cosa y no me centro, estoy nerviosa, ansiosa, más que cuando estás apuntito de pillar las vacaciones de verano en las últimas jornadas de trabajo, que te puede la impaciencia y la necesidad apremiante de acelerar el tiempo.

Puede que solo las personas que viven alejados de su ciudad y su familia me entiendan de verdad, a  todos los que estos intensos sentimientos os son desconocidos solo os puedo decir que valoréis mucho todo lo que tenéis a vuestro alrededor y al alcance de la mano, que a veces pasa que por darlo por hecho dejamos de apreciar todos esos pequeños detalles que pueden significarlo todo. Todo lo que importa de verdad. Porque la vida, y cada día estoy más segura de ello,  está formada por esas pequeñas cosas que nos hacen sonreír. Que vivir grandes experiencias es maravilloso, of course , pero que lo que te calienta el alma y hace latir el corazón con fuerza está SIEMPRE al alcance de nuestra mano por mucho que se disfrace de cotidiano.  Así que tómalo, disfrútalo, valóralo. Siéntete afortunado por el aquí y el ahora.  Y aunque afortunada soy y valoro mucho todo lo que tengo, en mi cabeza ya ha empezado la cuenta atrás para llegar a Sevilla.


Quiero perder la cuenta de los abrazos y los besos, de las sonrisas emocionadas, de las carcajadas compartidas, de las confidencias que aligeran peso. Quiero perderme en mimos, en conversaciones intranscendentes con amigos, quiero brindar a tu salud y a la tuya y a  la tuya, quiero tumbarme en el sofá a ver una película mala un domingo a medio día compartiendo sofá en mi jaula de grillos. Quiero ir al Carrefur y que allí halla de todo, de T-O-D-O, lo que me hace sentir en casa, que me hace no sentirme a veces tan descolocada y perdida descifrando etiquetas y pasando el precio a euros, quiero ver la sonrisa mellada de mi sobrino y guardarme su expresión pilla para siempre, quiero ver los primeros pasos del bebé de mi casa y no tener que vivir ese momento por un video compartido de WhatsApp. Ser parte y formar parte. Quiero ponerme un abrigo, no depilarme las piernas durante semanas (aunque me horrorice) por el placer de saber que no tengo que lucir pierna, dormir tapada con mi súper edredón de La lonja del gato prieto o como se llame el dichoso gato.
 Quiero desayunar tostadas con el pan recién hecho del Polvillo y lonchas de pavo, quiero no hacer la colada, ni planchar y que el duende llamado papá y mamá que antes no valoraba tanto, me lo den todo hecho, con gusto y por delante, la comidita, la ropita, los mimitos y no desayunar sola. Quiero ir al cine y que exista la opción de unas palomitas GIGANTES, gigantes de verdad. Quiero usar tacón todos los días. Quiero despertarme porque hay ruido en la casa, de vida, de gente, de compañía, que no quiera que se peguen las sábanas, ver a mi madre en la cocina y a mi padre regando las plantas. Quiero poder robarle ropa a mi hermana y así no repetir modelitos y que parezca que tenga siempre ropa nueva. 

Quiero tomarme una copa de vino, encender un cigarro y decir venga contadme cotilleos. Quiero que mi día empiece en la misma franja horaria que las personas que quiero para no tener que esperar 6 horas para poder mandar el primer mensaje o recibir respuestas. Quiero rodearme de todas las pequeñas cosas que me han convertido en quien soy para no sentirme a veces descolocada o sola. 

Quiero haceros saber cuánto, cuánto os quiero aunque me vuelva a marchar lejos, hasta la próxima vez, para recargar pilas, para compensar las ausencias, para quereros sin prisas, para deciros todos los días, de todos los días que me vuelva a rodear de mi mundo, de mi vida de antes, que sois y siempre seréis esa parte de mi alma que no puedo, ni quiero, dejar nunca atrás. Que siempre estaréis aunque no estéis y que como si de un videojuego se tratara os necesito para recargar a tope la barra de la vida y volver a jugar la siguiente partida.

Me gusta mi vida, (y como diría “La vecina rubia” y ser rubia) pero a veces…es difícil.

1 comentario:

  1. Pequeña... cuánta verdad hay en ESOS detalles que se hacen sonreir el alma... sé que estás demasiado lejos para el gusto de nadie, y creo que a ratos no valoro bien lo que tengo aqui, y gracias a ti me ayudas a recolocar primero lo primero, te quiero millones infinitos y aunque no estoy todo lo que quisiera en nuestro día a día, ( sigo improvisando ana agenda compicada...) Prometo organizarme para ternete cerca de cualquier manera, porque tú eres parte de mi vida y me niego a que eso cambie.
    Quierote

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