viernes, 8 de enero de 2016

Bienvenido 2016!

Se acabaron las fiestas de navidad y ahora empiezan los juegos del hambre.
 
Y no es lo único que se acaba ni empieza, no.  En este tiempo que no he publicado nada, he viajado desde las lejanas tierras singapureñas rumbo a mi hogar y a los abrazos que se acumulaban.He vuelto a casa por navidad como el anuncio del almendro, en un recibimiento igual de lacrimógeno como el del anuncio. Que si llegan a estar los del telediario por la estación, nos graban para hablar de las familias que se reúnen por estas fechas. 
Desde que puse un pie de nuevo en España me invadió una alegría inmensa. Disfruté de la cerveza, de las charlas en español, de la tostada con jamón, de la conversación espontánea en un bar cualquiera, incluso con una abuela que junto a nosotros desayunaba con sus nietos churros con chocolate, nerviosos y felices por la llegada inminente de los reyes magos, disfruté de las vistas por la ventana del tren y no extrañaba ninguna jungla ni paisaje de palmeras. Sí, desde que llegué me dediqué sin pretenderlo a disfrutar de todo aquello que damos por hecho y dejamos de apreciar. Y creerme que lo he apreciado como nunca.
No ha habido un día de estas dos semanas que no me haya sentido afortunada y agradecida por las personas que forman parte de mi vida. He babeado con mi pequeño Mario, que es tan lindo, tan bueno y tan tan bonito que sólo quieres tenerle en bracitos, dándole mimitos y susurrándole que va a ser muy, muy feliz.
He jugado, dormido y mantenido magníficas conversaciones con el minihombrecito que es mi Antoñito, mas cariñoso que nunca con su titaB.
Si os digo más sobre mis maravillosas, espectaculares y generosas hermanas,o de mis locos amigos o de mis padres, a los que veo tan mayores ya, me pondría a llorar, y no quiero volver abrir el grifo.Además en este tren no se puede llorar ¿lo recordáis?
Pues sí, una vez más os escribo en el vagón silencioso de vuelta al que también debo sentir como un hogar, tras una despedida mucho más triste para mi que la primera. No saber con certeza cuando volveré a estar con ellos me descoloca y me entristece mucho.Mucho. No saber que va a pasar con nuestra vida, con mi vida, me deja una sensación de vértigo que no mola nada.
Y ahora de vuelta, con nosé cuantos kilos de más por haber dado buena cuenta de pucheros,turrones y tortillas de papatas sin criterio, ni medida, voy pensando, o más bien deseando, y pidiéndole a quien me escuche por allá arriba, que por favor cuando lo vea, cuando me reúna con el no príncipe, sienta que todo esta bien así, que desaparezca esta sensación de no estar segura de querer hacerlo. Que sienta lo que siempre he sentido cuando me abraza. Y es que no os puedo negar que he pensado y jugado con la idea en mi cabeza de darme "a la fuga" . En estos días de amigos, de familia, de lo conocido, de mimitos, de seguridad, me he sentido tan unida a todo y a todos los míos que marcharme sin billete de vuelta, es sin lugar a dudas lo más difícil que he hecho hasta ahora. Y aun siendo la segunda vez que les digo adiós rumbo a singapur, esta vez ha sido diferente, esta vez os reconozco que casicasi me vengo abajo. 
Empezamos el nuevo año juntos, desde el frío Albacete mi noprincipe vino a tomarse las uvas conmigo, sintiéndome así muy unida a él y perdidamente enamorada, modo esturnudo confetis xq fuera él mi primer beso del 2016, mi primer abrazo,y xq era para él también mi primera sonrisa del año.  Que geniales son esos momentos  que al tornarse realidad, son tan perfectos como los habías imaginado en tu cabeza.  
Pues bien, como no todo puede ser estar vomitando arcoiris,tan sólo unos días después de ese colocón de endorfinas, ya de nuevo separados y con ganas de que nos diera tiempo a echarnos de menos, que faltita nos hacia, resulta que se me chafa la visión edulcorada, y los viejos demonios llaman a nuestra puerta, las inseguridades se tornan presentes, la sensación de desconfianza que otras veces en el pasado me puso sobre aviso  me susurran al oído que quizás me estoy equivocando con él y paso a verlo más sapo que nunca.Tocaba entonces darle una patada a la paranoia, conversar conmigo misma sobre las malas jugadas que nos hace pasar el miedo, no boicotearme, ni boicotearnos y confiar, confiar como se debe confiar en alguien a quien quieres y que te quiere y no dejar que el pasado nos joda el presente, con todo lo que hemos andando ya. Pero cuando escuchéis a alguien decir que cuando alguien te falla y pierdes la confianza en esa persona esa confianza ya nunca vuelva a ser igual, y que siempre se tiene que estar trabajando en esa confianza dañada, os aseguro que es la pura realidad. Y que es difícil, difícil mucho y  para ambas partes. Pero haciendo un poder por centrarme en todo lo que el noprincipe ha madurado, y me ha demostrado en este tiempo juntos, rebuscando en las cosas lindas que nos unen y en todo lo que sé que le quiero, encontré el empujón necesario para no ser una cagueta y no darlo todo por perdido. 
No sé que traerá este año 2016, se que habrá lugar para todo, de lo bueno y de lo malo, aunque puestos a pedir que sea mucho más de lo bueno no? Empecemos pues la segunda entrega de esta aventura viajera tras recargar las pilas en mucha cruzcampo y risas, y como ser feliz no es un destino, sino un camino, seguiré recorriéndolo con muchas ganas intentando no perder la sonrisa, hablando más inglés para poder ser feliz junto a más gente, cumpliendo sueños y queriendo (y queriendolo) mucho. Y en cada paradita del camino que necesite para coger aire, sé que puedo contar con vosotros, SIEMPRE estemos donde estemos. 
Os quiero!!!
POR UN Feliz 2016 lleno de oportunidades!

No hay comentarios:

Publicar un comentario