Cuando decimos que Disney ha hecho
mucho daño, algo que probablemente decimos mientras devoramos un helado, entre crítica
y crítica al imbécil de turno que nos ha roto el corazón, o se lo ha roto a alguna de nuestras amigas, no
nos falta razón por supuesto, pero ¿qué es lo que nos ha vendido la industria
cinematográfica que está tan equivocado y alejado de la realidad?.
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La historia suele tener siempre un denominador
común, la damisela en apuros que
necesita ser rescatada (queridas no necesitamos nos rescate nadie) por el príncipe
en cuestión, y que tras un beso, ¡un único beso!, ni citas, ni sexo sudoroso,
ni tiempo para conocerse, con un único beso, ellos ya son felices para siempre,
y se ponen hasta arriba comiendo perdices.
Yo jamás me he comido una perdiz, ni lo haría por muy feliz que me sintiese, si
me dices que fueron felices y comieron chocolate todavía, pero bueno, a lo que
voy, ¿os habéis fijado que las películas de amor siempre acaban en el principio?.
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venga, y después ¿qué? |
Nadie nos cuenta que pasa después. Todas esas comedias románticas que nos hacen
desear grandes gestos de amor, y que vemos con ojitos agrandados y chispeantes nos
nublan la mente, nos confunden, haciéndonos creer que los grandes gestos son lo que necesitamos, y pasando quizás por
alto lo que de verdad importa.
Pues bien, yo no soy ninguna experta
en la materia, pero si me gustaría compartir con vosotros, lo que yo pienso del “amor del bueno”, pues
no necesariamente viene en formato hollywoodiense. Para mí, y esta no deja de ser solo mi opinión, el amor del bueno, es el que queda después de la novedad
del comienzo, lo que sucede tras lo que en las películas es el primer beso que
se supone los une para siempre, lo que te encuentras después del enamoramiento llamémoslo
así.
Ese amor no tiene por qué ser fácil
y cómodo, de hecho no lo es. Nadie nos cuenta como se sentía la sirenita después
de dejar su vida en el mar, ni lo perdida que debía sentirse viviendo en
palacio comiendo con cubiertos de verdad y usando bragitas y teniendo la regla,
que digo yo que sería un trauma para la muchacha encontrase de repente con ese
regalito, además sin ninguno de sus amigos marinos cantándole lo feliz que se vive
bajo el mar, y quizás fuera muy feliz
con el príncipe, o quizás no, quizás se hartó del que no la quiso cuando era muda, y ya que tenía
piernas se dedicó a conocer mundo, a saber, de lo que sí que estoy segura, es
que si permanecieron juntos, no le debió resultar nada fácil, y esa parte no nos la cuentan, y esa
amigos, esa es la parte importante.
Yo he aprendido que las relaciones funcionan porque
se trabaja en ellas. Por supuesto debe existir una base de amor para cimentar
todo lo que viene después, pero que a golpe de varita mágica no funciona nada
en la vida, y las relaciones tampoco.
Los grandes gestos de amor
enamoran palomitas en mano, y cuando acaba la película miras a tu noprincipe con una mezcla de
nostalgia de la conquista y deseosa de cariño, en lo que él probablemente esté pensando la chusta de película que
se acaba de tragar por ti, tú lo miras y le preguntas, sonando más indignada
de lo que te gustaría.
" ¿y tú por que no me haces a mi esas cosas tan bonitas y me
organizas esa moñada tan espectacular que acabos de ver?"
Pues a ver, principalmente seamos sinceras, porque no le hace falta,
ya te tiene, pero sobre todo, y lo dice una a la que no le han faltado gestos
algo peliculeros, como bajarse de una avión antes de despegar por ejemplo, sobre todo, porque
eso no es lo importante.¿ De que te vale a ti un salón lleno de cien ramos de
flores si no tienes todo lo demás?.
¿Sabe cómo sacarte una sonrisa?¿ Sospecha
y acierta cuando necesitas un abrazo? ¿Te escucha con esa paciencia infinita,
hasta que tú has desmenuzado cada uno de los sentimientos que tienes ante un problema,
aun cuando para él ese problema sería mucho
más sencillo y lo simplificaría al mínimo, pensando realmente, no te rayes que no
es para tanto? ¿Hace que tu día a día sea un poquito mejor, se preocupa por ti
y por los tuyos? ¿Conoce la combinación perfecta de chai te late, chocolate y
arroz cantonés o alitas de pollo (en mi caso) para quitarte el puchero que
adorna tu cara? ¿Te acepta y te hace sentir bien (y especial) con cómo eres? ¿Te apoya? ¿Te ayuda con
todo lo que está en su mano hacer? Y ¿te
hace reír?
Que importante es reírse con tu
noprincipe, no he visto a ninguna princesa Disney riéndose hasta que le duela
la boca suplicando que pare porque se va hacer pis encima.( hacérselo encima no
es de princesas claro) Y es que, cuando el tiempo pasa, la pasión se apaga un
poco, y las citas cargadas de novedad se han convertido en una rutina conjunta,
donde escuchar un peo, o recoger los pelos de la ducha, son la definición perfecta de que la confianza da
asco, que sepa hacerte reír, siempre es una garantía de que puede hacerte
feliz. A la risa no le salen arrugas, ni celutitis, ni canas, ni pelos en la espalada
y las orejas, ni se queda calva, ni se le caen los pechos, reírte con alguien
es para mí el ingrediente secreto de la poción mágica del “y fueron felices para siempre”. Reírse contigo, reírse de ti y de sí mismo, reírse
después (o incluso durante) una pelea, reírse en un polvo imposible, reírse jugando
juntos, reírse en silencio y con complicidad en secreto, hacer reir y reir
juntos, que no falten nunca las risas compartidas, pues mientras esas estén,
sabremos hacer que no falten el reto de cosas importantes.
Te diría también, que no compares
la vuestra con ninguna otra relación, ni con las de la pantalla grande, ni con
las de tu alrededor, algo en lo que yo pecaba a menudo, dejando de valorar así lo que tenía, por mirar lo que
tenían otros, pero en algún momento
comprendí, que cada relación es un mundo, que no es oro todo lo que reluce, y
que con lo que alguien es muy feliz, quizás tu acabarías subiéndote a una azotea y
tiroteando a los viandantes, o al revés.
Lo realmente importante para
diferenciar si es una rana de charca, o un Noprincipe, lo descubres cuándo dejas de
esperar el cuento de hadas, y eres tope feliz con tu historia imperfecta,
cuando compartes tu vida con alguien que
sabes te acepta como eres, y al que aceptas como es, aunque a veces lo estrangularías
y te frustre tenga horchata en las venas en lugar de sangre, y es que, conocer
todos los defectos de esa persona, y que aun así te parezca alguien increíble, es
también clave.
Veréis queridos míos, en las historias que no son de película,
la gente que te quiere también te hace llorar, también te hace daño, y por eso
en las historias de la vida real,y en donde hay amor del bueno, no podemos dejar de mencionar
lo importante que es perdonar. Hay que aprender a perdonar, y aprender a crecer
juntos de los errores que se comenten por el camino. En el amor del bueno, se
perdona, se crece y se mejora. Últimamente, me viene mucho a la cabeza, que en
el pasado le he dicho a mi noprincipe más
de una vez, que ojalá se viese él siempre con los ojos que le veo yo, pues yo veo a
alguien realmente maravilloso, con la
capacidad de hacer las cosas muy bien, de ser mucho mejor, a una persona con un
potencial increíble, a alguien excepcional; y de un tiempo a esta parte, incluso yo estoy sorprendida por solo
cruzarme con esa versión de él, ni yo veo, ni parece lo viera el, a esa otra
parte más chunga que todos tenemos dentro, que nos hace tropezarnos y meter la
pata. Lo está haciendo tan bien, que hasta cuesta creer las meteduras de pata
que ha cometido en el pasado. Eso no hace más que reconformarme en la idea de que
el amor del bueno, como he dicho ya, perdona, nos hace crecer y nos invita a
ser mejor.
Y os cuento hoy todo esto que se
me pasa por la cabeza sobre como entiendo yo el amor, cómo evoluciona y lo difícil
que es a veces dar con la fórmula que lo haga funcionar, porque hoy mi Noproncipe
ha tenido su primer día en el master, y yo que estoy aquí en la otra punta del
mundo sintiéndome según el momento de muchas formas extraña; hoy prevalece por encima de todas esas sensaciones
que me acompañan, el estar muy orgullosa de él. MUY MUCHO. Estoy orgullosisiiiima, pues sé, porque lo he vivido a su lado,
lo difícil y duro que llegar hasta aquí ha sido. Sé todo el esfuerzo que ha supuesto
y que va a suponer, y me siento muy
feliz por él de que este día haya llegado.
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Qué alegría, que alboroto! |
El amor de bueno no es egoísta, de
eso también hay que echarle una pizquita a la poción.
Vale que en el proceso hasta
aquí, yo me he acordado de la puñetera gracia
del master más de una y de dos veces, “esoesasín”, pues me ha resultado difícil
encajar los cambios que esto supondría, y al principio no sabía cómo debía lidiar con
todo lo que acarreaba, y afloraba mi parte egoísta y miedosa. A todo ese
caos de sentimientos, le acompañaron las largas
jornadas de estudio, la falta de tiempo, el no hacer planes juntos, el
cambio de prioridades, que todo girara en torno a lo mismo, sentirme un poco
perdida, a veces sentirme de más, secundaria en una historia que cambiaba también
mi vida, y sin comprender del todo la necesidad de tanto desbarajuste. Todo ese
proceso en el que vi con orgullo, como el esfuerzo le daba los resultados que
merecía, ya han quedado atrás y no parece haya sido tan difícil como en realidad
lo fue, porque ahora estamos aquí, centrados en lo que está por llegar que
también va a tener miga.
Hoy en su primer día de este
nuevo comienzo, imagino estará algo nervioso, aunque no lo diga y no se le
note, hoy comienza una etapa llena de retos y oportunidades, un periodo en el
que tantas cosas va aprender y tantas experiencias va a vivir, y me he encontrado
sonriendo como sonrío cuando su persona revolotea por mi cabeza, al ser consciente
de que todo esto que ya ha pasado, los días difíciles, el estrés , el
cansancio, el estudio, los exámenes, las expectativas, el miedo al fracaso, la
incertidumbre, los cambios, todo lo duro que ha sido, le ha merecido la pena y está
viviendo la oportunidad que se merece, y yo no pienso hoy ni en mí, ni en
nosotros, ni en qué pasará en unos meses, pienso que estoy orgullosa de él, que
se ha ganado a pulso estar aquí, y que formar junto a él, parte de todo este proceso que no ha
sido nada fácil, y saberlo feliz y satisfecho, me hace muy
feliz a mi también.
Yo le he repetido cien y mil
veces que aquí tenemos que ser un equipo para que esto funcione, y sé que
deberemos seguir trabajando en ello, como os decía antes, nada en esta vida es fácil y las
cosas hay que trabajarlas día a día, pero hoy he caído en la cuenta que llegar hasta aquí,
ya nos convierte en un equipo de
categoría, en que ya somos un fantástico equipo
imperfecto
Y trabajaron juntos todos los días para hacerse felices para siempre,; me gusta mucho más como final de un principio.¿no creéis?
Totalmente deacuerdo :)
ResponderEliminarÁnimo y mucho trabajo por delante que mientras haya amor y risas se vence lo demás