domingo, 13 de marzo de 2016

Hay momentos que tienen banda sonora: "what a wonderful world "



Podría hablaros de muchas cosas intranscendentes de estos días, contaros anécdotas de mi día a día, de mi trabajo, de lo mucho que disfruto dando clases a mis niños, de las clases de inglés y de la matraca que me han dado con la pronunciación, de los avances de mi libro o de las cientos de chorradas que se me ocurren en los trayectos de metro que se me acumulan… pero hoy me siento más profunda que todo eso. Y no es porque esté premenstrual no.
Veréis, estamos en un momento del camino de mucha incertidumbre, un punto de no saber literalmente dónde vamos a estar en unos meses. En un punto que limita cualquier posibilidad de hacer planes, de poder contestaros con  la seguridad que os gustaría cuando me preguntáis sobre cuándo vamos a ir a España, o qué es lo que tenemos pensado hacer, y yo sólo os puedo decir que no lo sé, que ya veremos...
Ayer me decía mi amiga Cristina que ella no podría con tanta incertidumbre y que estaría muy agobiada, y yo pensándolo luego me sorprendí preguntándome… ¿Estoy agobiada?
¿Cómo es posible que siendo como soy yo, en este momento no esté nerviosa o intranquila?
Claro que quiero saber qué va a pasar, claro que quiero poder organizar a meses vista, y poder empezar a hacerme a la idea de los cambios que puedan estar por llegar, pero la realidad es que estoy tranquila. Y en alguien como yo, os aseguro que eso no viene siendo lo normal. Hacerme mil preguntas sin respuestas, ansiarme por los problemas y preguntas sin resolver, no dormir, y ponerme en todos y cada de los escenarios posibles, intentando decidir que siento u opino al respecto, aferrándome a lo conocido y a la morriña de extrañar antes de tiempo lo que pueda cambiar, ver el lado malo de tanto cambio sería mucho más habitual para mí la verdad. Sentirme insegura y con miedo creo que se llama.
Y lo cierto es que sin apenas  ser consciente de cómo ha ocurrido, compruebo, que dentro de todo el caos que hemos sido a veces juntos, que a pesar de todas las inseguridades que he llegado a sentir, ahora y contra todo pronóstico, en el escenario más incierto de todos, me siento por fin segura. No sé qué va a pasar no, pero tengo la certeza, de que sea lo que sea, será para bien, y que lo haremos bien.
Uno de mis miedos antes de empezar todo esto, era preguntarme cómo tantos  cambios y nuevas responsabilidades podrían afectar a una relación como la nuestra. Y no es que no lo haya hecho, es todo intenso, a veces asfixiante, y se magnifica cualquier cosa que sucede, porque todo se siente más. Lo malo y lo bueno. Es difícil sí, para los dos. A veces nos mataríamos y  lo cierto es que sí que creo que nos ha afectado, lo ha hecho, pero sinceramente pienso que lo ha hecho para bien. Que el NOpríncipe me aporte en medio de este no saber qué va a pasar, esta sensación de seguridad, a pesar de sus propias preocupaciones e incertidumbres, y hasta arriba de horas de dedicación  por conseguir sus propios sueños…me ha pillado desprevenida y no ha sido hasta hoy que he sido consciente que no estaba acumulando pensamientos que me quitaran el sueño.Y eso estoy segura  tiene mucho que ver, con  que el Noprincipe que ahora veo a mi lado,  es alguien que me hace sentir segura, en casa y tranquila.Es una sensación reconfortante que me sabía olvidada, y que al llegar de nuevo a mi vida lo ha hecho como si nunca me hubiese abandonado, instaurándose con normalidad  y familiaridad dentro de mi.Sin grandes fiestas ni reflexiones.
Me da rabia ser  a veces yo ( así somos de contradictorias) la cría y la Peter Pan de los dos, y que sea él quien me haga ver el camino antes de perderme, y aunque no se lo digo,  (claro no voy a quitarme méritos para dárselos a él.(Ole yo), pienso” manda cojones que ahora resulte que don relaciones va a ser él ¡Venga yaaa!.
 
Supongo que podría decir que estoy orgullosa de él,  no sólo por el master, por todo lo que trabaja y por perseguir lo que quiere de esa forma que admiro y envidio también, por cuidarme como lo hace, por hacer que funcionemos, por estar cumpliendo todas las promesas que me hizo, por no dejar que el equipo se vaya  la mierda, por aprender de los errores como lo ha hecho, por haber sacado su mejor versión, por demostrarme que volver a confiar en alguien es posible, por cumplir dentro de poco 33 añitos siendo el Paco que yo siempre intuí y quise ver en el él… En la palabra orgullo no  cabe todo esto que siento, se queda corto, me sabe a poco. Es más.Y me gusta.No sé qué pasará en el futuro no, pero pase lo que pase, él ya ha superado con creces todas mis expectativas. 

Me siento tranquila, menos asustada para enfrentar lo que esté por llegar, y  debo reconocer que el mérito no es  sólo mío. :)


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