jueves, 23 de julio de 2015

Drama Queen



Estamos en la cuenta atrás y estoy comportándome de una forma totalmente irracional, desquiciada es la palabra creo… no dejo de provocar al noprincipe,  no de forma consciente pero lo hago, lo busco, lo busco y vaya que si lo encuentro, y a pesar de estar demostrando tenerme una paciencia que ni mi madre que me ha parido…hasta que no pierde los nervios el también y estamos los dos a punto de cometer novicidio, no me doy cuenta de que se me ha ido de las manos… y rectificar será de sabios y voy con las orejas gachas y me disculpo, pero en el intercambio de gritos me estoy quedando aún más hecha polvo, y lo estoy martirizando a él que también tiene lo suyo, pero todo decimos cosas de las que luego nos arrepentimos en una pelea, y no, no creo que no las pensemos...yo lo que digo siempre lo pienso, pero si lo pensara dos veces simplemente es que no lo diría, por lo que las cosas que he escuchado, se me han clavado dentro y si antes tenía miedo a esta aventura ahora es que estoy por no irme así tal cual.
Que he aprendido hoy? De momento, porque aún me queda mucho día por delante y ¡vete tú a saber cómo lo acabo!, me he dado cuenta que estoy siendo estos días una versión de mí, que me cae mal, muy mal, que estoy siendo egoísta e infantil, y que yo siempre he pensado que soy todo lo contrario, madura y en absoluto egoísta, locuela, irascible e impulsiva también, pero no está eso reñido con la madurez, y la verdad que siempre he pensado de mi misma que soy muy madura, y ahora me digo ¡¡pues hija de mi vida te estas luciendo!!! y que sí que estoy asustada, pero que eso no es excusa…
Como veis la entrada de hoy es solo para divagar, para recapacitar, porque escribiendo es como mejor lo hago, y hoy tengo que regañarme a mí misma. 
Confieso: creo que lo provoco para tener una excusa, para tener la posibilidad de poder rajarme en el último momento  y poder decir que no ha sido por mi culpa. Admitirlo está muy feo, pero si no,  no se entiende que yo no haga más estos días que mirarme el ombligo y pensar en “pobrecita de mí que lo dejo todo”, y no haberme parado a pensar hasta esta mañana, que él también lo deja todo atrás y se va con unas responsabilidades mucho, mucho, mucho mayores que las mías, y que no puede estar aguantando mis neuras constantemente, que no tiene vocación de santo tampoco, ¡¡yo que le insisto tanto en que debemos ser un equipo, no estoy poniendo en práctica nada de lo que predico!!. MAL MUY MAL!
 
Aún queda una semana larga, os prometo que intentaré comportarme, luego cuando vea al sapito tengo que hablar con él, no discutir que de eso ya hemos tenido suficiente dosis,pero es que si mezclas alcohol, inseguridades y cosas que piensas y no has dciho la bronca te sale perfecta. Por eso sí que tengo que hablar con él, porque ahora mismo me siento un gurruño humano, y me niego a que me gane la batalla el miedo y a no disfrutar junto a él de esto como la experiencia maravillosa que es… Lo estaba haciendo mal querid@s pero palabrita del niño Jesús que voy hacerlo bien… se acabó el drama!!

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