A veces, las sorpresas que nos dará, no nos gustaran,
para que negarlo, pero hay otras veces en las que lo que sucede, te deja sin
aliento, te eriza la piel, son esas veces en las que sabes con absoluta certeza, que estás
viviendo un momento que guardarás en el álbum de tu vida, y que formará parte
de la persona que eres.
A
veces, no dejamos que la vida nos dé esa oportunidad, y nos aferramos a ideas y
situaciones convenciéndonos de que ya, a estas alturas del camino lo sabemos
todo… y NO queridos, no lo sabemos todo. En mi vida, cada vez que he pensado que
lo tenía todo bajo control ,que ya sabía lo que tenía que saber, y que tenía
claro como era yo, y lo que quería y deseaba, ha venido la vida a decirme,¿
pero qué dices bonita? Todo esto que piensas y que das por sentado, ¿lo ves?
Pues vamos a darle la vuelta a ver qué tal las vistas desde allí....
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¿en serio? |
Cuando
yo era algo más joven, más inexperta, daba por sentado ciertas cosas de la
vida, y no sólo las daba por sentado no, sino que además las consideraba inamovibles.
VERDADES ABSOLUTAS.Luego, el tiempo pasa, y la mente se va abriendo al cambio poco a poco,
conformando aspectos de tu personalidad que ni sospechabas. Las
experiencias que vivimos enriquecen nuestra forma de entender el mundo, lo hacen más
grandioso, y a la vez, al ser conocedores de tantas posibilidades, lo hacen
también más terrorífico.
De
niña sabes lo que está bien y lo que está mal y hay una línea perfectamente
clara que separa ambos mundos. No hay matices de grises. La gente es, o buena o
mala. La gente buena no hace cosas malas, ES así de sencillo. En el mundo de un
niño todo lo que aprendes entra en una categoría, bien o mal, pero en el mundo
en el que vivimos los adultos...
¿qué hacemos cuando comprobamos que las cosas no
tienen por qué ser o blancas o negras?.
Por
ejemplo, yo de niña, creía que el concepto de la virginidad y el matrimonio
iban unidos. Una cosa llevaba a la otra.
Así me habían educado, y no me planteaba
siquiera existiera otra posibilidad que no fuese esa. Ya no siendo tan niña,
aprendí que aunque el sexo a veces tiene mucho que ver con el amor,el amor y el compromiso no necesariamente tienen que
ver con el matrimonio. También aprendí (y mucho) del sexo que no viene acompañado de intimidad,
complicidad y confianza. Ese “solo es sexo”, me enseñó que el placer no es algo
malo, que nos pertenece y forma parte de nuestra personalidad y de nuestra
vida, y que desde el respeto hacia una misma y hacia los demás, disfrutarlo también
puede ser algo espectacular.
Vale, y a veces no es espectacular no, a veces no tienes la suerte de dar con un mastersex y es un completo horror, y no puedes evitar distraerte mientras, pensando cosas tales como ¿Qué narices está haciendo? ¿Se habrá perdido por ahí abajo? ¿quieres dejar de una vez de colocarme la pierna? ¿Acaba de decir lo que acaba de decir?...
Vale, y a veces no es espectacular no, a veces no tienes la suerte de dar con un mastersex y es un completo horror, y no puedes evitar distraerte mientras, pensando cosas tales como ¿Qué narices está haciendo? ¿Se habrá perdido por ahí abajo? ¿quieres dejar de una vez de colocarme la pierna? ¿Acaba de decir lo que acaba de decir?...
Pero bueno, obviando esas “malas” experiencias que tambien nos enseñan y que luego
dan para tanto en el consejo de sabios que convocas con tus amigas, lo que quiero
decir es que creo que fue por aquellos años cuando descubrí, que no, que yo no sabía
mucho de la vida, y que dar por sentado
ciertas cosas, solo me limitaría y me privaría de vivir situaciones maravillosas
que podrían estar por llegar. Aun así, aun me quedaban (y aún me
quedan) muchas ideas aferradas en lo más profundo de las que mi iría
desprendiendo poco a poco con el paso de los años...y hasta hace prácticamente cinco
minutos, como bien pude comprobar al verme subida en un avión camino del destino más lejano
del mapa que hubiera pudiera imaginar. No, nunca hay que darnada por sentado. La
mente se abre a escenarios imposibles, y eso es algo que da miedo, sí, pero ¿no es acaso eso a lo que llamamos crecer?
Como
persona visceral que soy, yo he defendido algunas ideas con tanta fuerza, y he
sido a veces tan intransigente a otros puntos de vista, que cuando hoy miro hacia atrás, me cuesta reconocerme en
aquella jovencita marisabidilla que se creía que nada podía romper sus esquemas. Ya estaba claro que
no iba a llegar virgen al matrimonio, (menos mal!), idea que aunque respeto profundamente
para aquellos que así lo decidan, yo comprendí, se contradecía con todo lo que
yo estaba sintiendo en aquella época del primer amor. Amor que “por supuesto” iba
a ser para toda la vida. Si no ¿ a cuento de que me iba yo acostar con nadie?. JA. No cambié de
opinión de un día para otro claro, (paciencia de la buena es lo que tienen los
adolescentes con su primera novia), aún recuerdo que casi me santiguo cuando mi
hermana me contó que se había entregado al fornicio con su novio. ¡Madre mía del amor hermoso el apocalipsis!
Yo
me rendí al “pecado” apenas unos meses después, atragantándome con todas y cada
una de mis palabras. Ingenua.
Otro
ejemplo de todo esto es también, como mucho tiempo después de aquello, aun
habiendo abierto mi mente bastante, aún seguía dando como otra certeza en mi
vida, que yo, no me “arrejuntaría jamás con mi novio”
.Después del noviazgo lo que hay que hacer es casarse , ¿ qué era eso de probar
antes?. Sí, aunque no os lo creáis esa era yo antes. Ahora, me alegro (de nuevo
desde el respeto a quien no comparta mi opinión) de que ahora yo me eche las manos
a la cabeza, si dos que desean casarse no conviviesen antes juntos.
Cuando mi
ex rana de charca me dijo que estaba cansado ya de vivir con sus padres, y que
no iba a seguir esperando hasta que yo decidiera que ya no era “demasiado joven”
para casarme, me lleve un disgusto grandísimo,GRAAANDISIMO. Me estaba
estropeando y cambiando todos los planes que habíamos hecho.Horror de los horrores.
Hoy, viendo las cosas con
la perspectiva que sólo da el tiempo, compruebo que todo sucede por alguna
razón. Si la rana de charca no me hubiese presionado en aquel momento para
vivir juntos, habríamos seguido alargando un noviazgo que no funcionaba y que habría
acabo cayendo por su propio peso igual, pero quizás en una situación aún más
complicada de lo que ya resultó en su momento. Ahí aprendí que tú puedes creer conocer
a alguien muy bien, pero que lo que saca a la luz la convivencia en una
relación, no lo hace un noviazgo ni aun
viéndote todos los días, ni con cientos de vacaciones juntos a vuestras
espaladas… Y que aunque divorciarse hoy en día, es un trámite rápido, y no es
el fin del mundo, de momento, aún conservo ese aspecto tradicional de mi personalidad, y quiero pensar que cuando lo haga, si lo hago, seria para toda la vida.
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cambio de planes nena! |
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Así que
sí, aunque antes me pareciera imposible afirmar algo así, la experiencia me enseñó una vez más que estaba equivocada, para mi ahora es fundamental aprender a convivir con alguien a quien quieres "viviendo en pecado", (bendito pecado),pues resulta difícil y complicado
encajar todos los cambios que eso conlleva en una relación, y a veces te llevas sorpresas
desagradables…muy desaradables.
Con todo esto,
supongo que lo que pretendo decir, es que, ¡claro que las personas cambian!, me
rio yo pensando en mi misma, cuando alguien afirma con absoluta certeza, que “las
personas no cambian”.
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vale, si tu lo dices... |
Si se cambia, pero hay que exponerse al cambio, hay que
abrir la mente a nuevas circunstancias y posibilidades que quizás, a priori, no
nos resulten cómodas, pero sólo así
podemos descubrir todos los matices de grises. Coincido en que no se cambian aspectos tales como el
carácter de una persona, pero el ser
humano se ha adaptado a lo largo de la historia a miles de situaciones que nos
han llevado a evolucionar, a mejorar. Por lo tanto, cambiamos, crecemos, maduramos, nos equivocamos y aprendemos. Así es la vida.
No demos
nada por sentado, no creamos que ya lo sabemos todo, dejemos que las circunstancias
nos enseñen de todo lo que somos capaces, si nos atrevemos a abrir la mente a una
nueva posibilidad.
Da
miedo, mucho, no saber qué es lo que va a ocurrir, pero por primera vez en mi vida no
estoy dando nada por sentado. Por primera vez no tengo "claro" lo que
quiero que suceda. No sé qué pasará...Me asusta y me excita.
Me lo planteo
todo desde muchos puntos de vista diferentes. Pues he comprobado que cada vez
que he hecho planes, estos han salido de una forma totalmente diferente...Así que ahora
que estoy en un lugar que jamás entró en esos planes, ilusionada con un proyecto
al que jamás creí llegaría a darle forma, ahora que no encuentro la seguridad y la estabilidad
que necesito en la figura de mis padres, ahora que no se bien a que aferrarme que
me pertenezca, ahora que mi vida sigue el camino de otra persona intentando hacer
el suyo propio... Ahora no puedo dejar de preguntarme...
¿No es acaso la
vida lo que sucede mientras hacemos otros planes?
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PUES QUE NOS SOPRENDA Y DISFRUTEMOSLA! |
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