domingo, 27 de septiembre de 2015

Tita B, segunda parte.



El 26 de septiembre  será tu cumpleaños, recordatorio constante en el calendario del día que llegaste para hacer nuestra vida un poquito mejor de lo que era antes de tu llegada. Día en el que  mi corazón se llenó de nuevo de una  de las versiones más hermosas del amor que he había conocido jamás. Ser tía, ser la TitaB, es el mejor regalo del mundo que  podían hacerme mis hermanas.

¡¡ Quería gritar a todo el mundo que ya estabas aquí!!! Compartir mi felicidad con todo aquel que me cruzara, impregnar Kuala Lumpur ( lugar donde me encontraba) de todo eso tan bonito que sentía…me resultó muy duró no poder compartir esa felicidad con nadie que sintiera lo mismo que yo, me faltaban esos besos que esconden el alivio de que todo haya ido bien, los abrazos cómplices de alegría, formar parte de esa emoción que impregna el ambiente y nos hace conscientes de que aun pareciéndonos imposible, tu pequeñita presencia  nos unía al resto un poquito más.

Tú estabas rodeado de todo el amor que te esperaba para darte la bienvenida, pero yo no sabía que hacer con todo el que me correspondía a mi entregarte. Dejar encerrada toda esa felicidad en el espacio que deja una habitación de hotel, me hizo sentirme tremendamente sola, y a la vez que sentía un nuevo tipo de amor por ti, sentí un nuevo tipo de soledad que se alojó en mi garganta, y que de nuevo se me hace un nudo mientras te escribo.

 Desde que has llegado a este mundo, y resignándome a que sea esa de momento mi única opción de conocerte y admirarte, no puedo dejar de ver tus fotos y babear con tu carita redondita y preciosa. ¡Cuánto me gustaría poder acunarte en mis brazos, darte un suave beso en esa naricita que parece un botón!. ¡Y oler tu piel de bebe!, ¡y poder arrullarte si protestas!. Hablarte bajito para que conozcas mi voz y no te sea desconocida, sabiéndote así querido y protegido de todo cuando la escuches, calmando todo aquello que en tu cuerpecito de bebe te hiciera  llorar. Me encantaría mirar esos ojitos achinados que apenas abres, y en un  primer cruce de miradas, momento que me parece mágico, decirte cuanto te quiero sin necesidad siquiera de conocerte.

Poder verte en brazos de tu mamá, y sentir un orgullo y admiración infinitos porque mi hermana sea tu mamá. Tienes mucha suerte pequeño Mario, te ha tocado una mamá maravillosa, cariñosa, paciente, generosa y buena, que te querrá como nadie. Hazle siempre caso Mario, pues ella ya desde antes de nacer sólo ha mirado por tu bienestar, y de todo lo que le asustaba de que llegaras  a este mundo un poco antes de tiempo por una necesaria y  dolorosa cesárea, es que tu llegarás bien, y aunque en esta vida no te van a faltar personas que lo den todo por ti, entre las que se incluye la TitaB, como en los brazos de tu madre no estarás jamás en ningún lado. No puedo dejar de preguntarme, ¿qué se debe sentir al ser madre?, si yo no imagino un amor más grande que el siento por Antoñito y por ti.

Dentro de la tristeza de no poder vivir todos esos primeros momentos en primera persona, y compartirlos junto a tu mamá, me siento muy  feliz sabiendo de la felicidad de ella…Tu titaB, como ya sabrás, estaba muy lejos el día que llegaste al mundo, pero no dudes que de una forma que solo puedes entender cuando se siente, te quise de la manera más bonita e incondicional que existe.

Créeme que no hay ningún lugar en el que hubiera preferido estar, que allí contigo pequeño. Viendo tus mofletes gorditos en las fotos; fotos que si fueran de papel ya estarían gastadas, me cuesta recordarme a mí misma cual es la razón  por la que debía renunciar a  perderme  poder abrazarte y besarte el día de tu nacimiento. Porque aunque pequeñito mío, tu no lo recordarías, ni  sabrás quien estuvo allí contigo admirando esa boquita en el hospital,  pero yo sí recordaré siempre lo lejos que estaba del lugar en el que deseaba estar  y sentía era el que me correspondía.

Prepárate para que te quiera mucho Mario, y si algún día quizás llegaras a leer esto que escribe tu tía, esa que está un poco loca, y que te agobia con muchos besos, no dudes Mario que te quise desde el primer instante que te vi, y que desde ese momento ese amor no ha hecho otra cosa más  que crecer, hasta alcanzar límites insospechados.

Doy gracias a Dios, de que todo haya salido tan bien, pido ahora que tu mamá se recupere pronto mientras sigo tachando los días que faltan en el calendario para abrazarte.

Crecer es duro y difícil Mario, espero que la vida que te toque vivir esté llena de momentos hermosos, y que entre todos sepamos enseñarte y ayudarte a sacarle el máximo provecho a todo lo que esté a tu alcance. Te ayudaremos a conseguir tus sueños, y te apoyaremos cuando lo necesites. Descubrirás muy pronto que no hay nada como la familia, aunque la tuya esté un poco loca, créeme Mario que no hay nada como el hogar.

Rodéate siempre de gente que trate bien a la gente, se agradecido, paciente y generoso, ríe con ganas y llora cuando lo necesites, pues demostrar los sentimientos no debe darte vergüenza. ¡Di muchos te quiero!, que sobren en tu vida y que nunca nunca te falten.

Aquí, en tu titaB siempre tendrás un te quiero constante, y de momento y en la distancia voy dejándote ya el primero.

¡Te quiero pequeño Mario!

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Ainssss.... Mi deseo de navidad para este año: que se invente ya el teletransporte... Que dejemos de añorar y renunciar al calor del hogar y poder conquistar el mundo!! Ya está bien tanta renuncia!!

    ResponderEliminar